El bombo de la muerte sigue guiando la pulsión rockera de esta banda en su sexto álbum de estudio. El riff de ‘Phantom Grip’ debería provocar que miles de miembros de la generación Z abracen el rock, ‘Pick’em Up and Put’em Down’ son dos minutos de ensuciado pop-punk de manual con coros y acordes tan reconocibles como irresistibles mientras que en ‘Got a Feeling’ plantean un groove Stoogiano disloca-caderas maravilloso, hasta el fade out te remite a esa sensación, ¡que alguien me pase una pandereta!.
Juegan a todas las posibles variaciones del garage rock más crudo y alcanzan a facturar pequeños grandes himnos del estilo como ‘Never Gonna Drink About You’ o la píldora de pop sofisticado y distorsionado ‘Do Nothing’. Los pequeños detalles siguen dando juego: ‘Zeroed Out’ formula un riff monolítico sin caer en el stoner, y ‘Living in My Head’, posiblemente la más liviana del lote, tiene una sonoridad que puede recordar a los mejores Jet.
Con todo lo paradójico que conlleva, Six es un perfecto ejemplo de gran producción lo-fi, porque sonar sucio y domar la distorsión no es algo tan sencillo de llevar a buen puerto. Hay bandas para querer ser cantante o guitarrista, en este caso no hay duda posible, sus temas crean vocaciones de baterista.