Entrevista a Kike G. Caamaño (Asha)

“La vida misma es todo un foco de posibilidades de inspiración.”

El pasado 22 de diciembre se entregaron los “Premios A la Creatividad del Rock Español – Carlos Pina 2010”. En ellos, y un año más, Kike G. Caamaño volvió a aparecer premiado. En esta ocasión triunfó en la categoría de “Mejor Álbum de Guitarra”. Por ello, y porque su último lanzamiento discográfico es una de las obras más originales del panorama nacional, se hace realmente apetecible una charla con tan evolutivo instrumentista.

Háblanos del nacimiento de Asha, un proyecto que por su evolucionar se siente realmente ambicioso en cuanto a experimentación se refiere.

A finales del año 1987 quise plasmar tres temas instrumentales en una onda neoclásica, que por aquel entonces estaba bastante de moda. Así que recluté a dos amigos de otras bandas de la zona y nos metimos en un estudio de grabación. El caso es que empecé a mover esa maqueta con la sorpresa de que tuvo una aceptación increíble por parte de medios, prensa, radios, fans… por lo que el paso siguiente fue dejar mi banda del momento e involucrarme más de lleno en Asha.

Cada dos o tres meses editaba una nueva maqueta con una duración media de cuarenta minutos, lo que denominé “Projects” donde experimentaba con infinidad de estilos diferentes. Hice catorce de ellos en poco más de dos años, para así bombardear a todos con mi música. Funcionó, tuvieron una excelente aceptación e incluso muchas radios independientes de rock me comentan hoy día que muchas de sus sintonías eran temas de estos Projects. Finalmente en 1992 edité mi primer disco “oficial”, Undrawn Landscape y hasta hoy llevo trece discos. Gracias a todo ello también he hecho temas para tributos internacionales y música para diferentes obras de teatro.

¿Qué fundamentos cual guitarrista han alimentado tu técnica durante estos años?

Ha habido mucha gente que me ha influenciado, no sólo a nivel de guitarra sino sobre todo de composición. Me he criado con las grandes bandas de los 70: Yes, Queen, AC/DC, Frank Zappa, The Who, Grand Funk, Status Quo, King Crimson, Jimi Hendrix, Rush… De ellas he aprendido mucho, pero guitarrísticamente hablando Eddie Van Halen ha sido al que más he admirado. Luego ya vinieron Steve Morse, Allan Holdsworth, Adrian Belew o Scott Henderson; todos ellos increíbles y que aún sigo muy de cerca. Pero como ya te digo, sobre todo me han influenciado las composiciones, temas de gente muy diversa que me ha hecho ver lo maravilloso y emocionante que puede ser expresar en una canción o letra todas tus inquietudes y que la gente que las escuche se identifiquen con ello. Los músicos somos meros instrumentos de la música, estamos a su servicio.

¿Dónde dirías que reside la novedad de cada grabación o apuesta en la que se sumerge Kike G. Caamaño?

La vida misma es todo un foco de posibilidades de inspiración de cara a una nueva entrega musical. El poder resaltar hechos o situaciones de la vida con una melodía o una letra es un constante reto y llegar a crear sensaciones con las canciones que reflejan esta necesidad es un logro y una satisfacción al verlo plasmado.

¿Cuál es la técnica o método compositivo que utilizas para estructurar cada nuevo tema?

La verdad es que no hay. Cuando me pongo delante de la guitarra no sé cuando me va a salir una buena canción o al menos un riff que pueda valer para una futura composición; sale todo muy espontáneo, no hay casi nada premeditado así que es complicado decir que hay una fórmula. A veces las cosas salen muy rápidas: ‘Crawl, Walk And Then Run’ de este Euphoria Project fue compuesta en un día y ‘Prologue Of An Unfinished Life’ me llevó mucho terminarla.

Cada canción es un mundo que parece tener vida propia, hay que dejarlas respirar un poco y volver a ellas al cabo de un tiempo. Ser oyente de tus propias creaciones ayuda a saber si realmente con lo trabajado se ha llegado a buen puerto y llega a proporcionarte sensaciones positivas en cuanto a nivel compositivo y emocional. Todo influye, a veces parto de un título y éste me sugiere un tipo de canción, otras es un riff ocasional, bien progresivo, jazzero, rockero o comercial que da pie a una nueva idea a desarrollar… Realmente no tengo un método en concreto y tampoco ningún tipo de prejuicios a la hora de componer.

¿Con qué instrumentista te gustaría compartir escenario y con cuál crees que tendrías más feeling a la hora de experimentar?

¡Hay multitud! Con algunos de ellos resultaría complicado porque no están con nosotros, como Hendrix, Jason Becker, Michael Hedges o Zappa. Te diría los que antes he mencionado ya que me han marcado musicalmente y sería todo un honor poder compartir escenario con ellos de alguna manera: Steve Morse, Eddie Van Halen, Belew, Holdsworth, Scott Henderson. También hay grandes músicos actuales ahí fuera de los que se puede aprender infinitud de cosas, sobre todo de actitudes y de saber estar, eso es también muy importante a la hora de estar encima de un escenario.

¿Qué piensas de apuestas como California Guitar Trio?

La verdad es que no les he seguido la pista, he visto alguna que otra cosa suya en la red más por curiosidad que por otra cosa ya que pertenecían al experimento de la League Of Crafty Guitarrists del gran Robert Fripp. Este tipo de historias me parecen muy sanas para la música y tienen su espacio por supuesto. Aunque sé que mayormente hacen versiones, y además muy bien; tienen algo grabado original, aunque no lo he llegado a escuchar, me pondré a investigar…

Te lo recomiendo sobremanera, pues sus temas originales son aún mejor que las revisiones de otros artistas. ¿Cómo crees que te recibe el público de fuera cuando escucha tus obras o entra a chequear tus temas en Myspace? ¿Has tenido contacto directo con tu parroquia internacional de seguidores?

La verdad es que desde el principio mi música ha sido más seguida en el extranjero que aquí, no sé si será porque siempre he cantado en inglés pero es así. Mi primer disco vendió en Japón y Brasil, y cada disco nuevo iba abriendo mercados en el mundo, aunque claro está no a grandes niveles comerciales sino de fans. Myspace es una herramienta muy útil para todo ello, Internet es casi ya fundamental para el músico. Cuando empecé en esta locura de la música no había nada de esto, todo funcionaba de otra manera, muy físico… Pero somos seres en plena evolución por lo que es lógico que todo cambie y que ahora, con el uso de la tecnología tu música pueda ser escuchada y descubierta por gente de todo el planeta desde el sillón de su salón.

Con respecto a los contactos con mis seguidores sí que los mantengo, muchos se sorprenden de recibir mails míos con contenido personal y no sólo expresando un correcto agradecimiento; soy fan de músicos y fan de la música y para mi soy uno más de ellos. Que se hayan fijado en mi música y la compartan es un gran lujo. El caso es que he contactado con grandes músicos consagrados que me han expresado de la misma manera que hago yo su condición también de fans.

Cual músico, te muestras como un artista multidisciplinar dentro de la industria. ¿Cómo te planteaste esta situación en un principio? ¿Vino todo rodado y fue imposición tuya?

Siempre he querido hacer música; recuerdo cuando escuchaba los vinilos de mis hermanos y veía esas portadas de los grandes grupos de rock y las historias que contaban sus canciones (¡hay que prestarle también mucha atención a las letras!). Me cautivó de tal manera que siempre quise hacer un disco, así que lo tenía bastante claro. El hecho de trabajar casi sin descanso editando más de ciento cuarenta canciones muy diversas en sólo un par de años ayudó bastante a que se hablase de mí, y todo ello fue impulsado por los artistas que escuchaba, y sobre todo por la inmensa obra creativa de Frank Zappa. También hay que decir que no hubiese sido posible sin el apoyo del público y de los fans, ellos con su escucha son los que te hacen al final seguir manteniendo la ilusión y las ganas de seguir creando.

Asha ha ganado recientemente en las nominaciones para “Mejor Disco de Guitarra 2010” en los “Premios A la Creatividad del Rock Español – Carlos Pina 2010”. ¿Cómo te sientes tras este reconocimiento y qué puertas crees que te puede abrir?

Fue una sorpresa, sobre todo después de haber ganado como “Mejor Guitarrista de Rock” en los mismos premios de la pasada edición. Carlos Pina es todo un señor, lucha por los músicos y por sus músicas, y desde aquí quiero reconocerle todo el mérito que esto conlleva. Sé que lo hace desde el cariño y desde el amor que tiene también por la música; es muy loable y hay que darle las gracias por ello. Hay que darse cuenta de que es una grandísima iniciativa sin ánimo de lucro y tratarlo no sólo con respeto sino con admiración.

Estos premios dan moral y fuerza para seguir luchando en estos malos momentos que vive este arte, son una inyección de ilusión. Todos los reconocimientos de este tipo son positivos pero finalmente es el oyente el que decide si le gusta o no tu música y el que en definitiva da vida y hace perdurar en el tiempo a tus obras. Además este premio es muy especial para mí porque es un proyecto muy personal, ya que lo compuse exclusivamente por el hecho del fallecimiento de mi madre y el nacimiento casi unísono de mi hija. Todo el disco, desde su portada hasta su contraportada, es un homenaje a ambas; así que el que haya sido premiado es muy importante y emotivo para mí.

¿Qué tipo de espectáculo te atrae a la hora de enfrentarte a tus directos? ¿Hay espacio para la sorpresa en ellos en relación a tus grabaciones en estudio?

La verdad es que hace tiempo que no hago directos, la escena está muy deteriorada, no hay garantías de ningún tipo, es muy difícil. El directo es muy importante para el músico, mi primer concierto lo daría con unos catorce años, ¡así que te puedo asegurar que he tocado muchas veces! Solíamos alargar los temas originales con pasajes no incluidos en los discos y también alguna que otra versión. Pero actualmente la situación es muy complicada. No descarto hacer conciertos de nuevo pero las cosas tienen que mejorar, confiemos en que así sea.

Fuera del mainstream, ¿qué cinco guitarristas menos conocidos pero interesantes recomendarías a nuestros lectores más melómanos?

Me gustan mucho los guitarristas de jazz fusión y hay muchos que resultan bastante interesantes. Son muy conocidos en el ámbito aunque nunca creo que llegarán a ser consumidos masivamente por el público comercial porque sus incursiones en la música están muy alejadas de lo convencional. Por nombrar a alguno: Bill Frisell, el español Chema Vilchez, Kurt Rosenwinkel, Eric Mongrain o Kazumi Watanabe… Hay multitud de nuevos valores y grandes guitarristas aunque no tengo demasiado tiempo para descubrirlos. Pero lo importante siempre es que sus composiciones te digan algo, te lleguen, te transmitan; si no, ¡apaga y vámonos!

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Texto: Sergio Guillén