‘Vecino peligroso’ cabalga sobre un riff de cumbia ejecutado con contundencia rock, ‘El detenido’ y ‘Todo marchitó’ son de clara ascendencia Calamariana, la primera espídica y la segunda más bailable en un pop-rock entusiasta a lo Rodríguez. A destacar las menciones a calles de Lavapiés (Su anterior plástico, Cafetería Dragón, también homenajea a un bar de ese barrio).
En ‘Autostop’ abrazan el rock de guitarras con actitud punk, ‘Eso no fue una microdosis’ tira de ironía narcótica entre coros powerpop. En el ecuador del LP es cuando llega el momento de lanzarse sin miedo a la psicodelia latina: ‘Romanceo’ nos recuerda a los mejores Los Espíritus, mientras que ‘El psicodélico (Guajira del diablo)’ es el tema que lleva persiguiendo Santana los últimos lustros.
En ‘Hacer la diablura’ y ‘Nena coqueta’ muestran sabiduría pop, una cuidada producción con teclados sixties y magníficos solos de guitarra en la tradición surfera de esa década ¡que viva el reverb!. ¿Qué tendrán los argentinos para sacar oro del legado ramoniano? En esta ocasión facturan una estupenda versión de ‘The KKK took my baby away’: “El ku kux klan se llevó a mi pibita, se la llevaron lejos de mí”.
Gran trabajo del trío. Bookers de festivales de rock, háganles una llamadita.