The Mars Volta- Lucro Sucio; Los Ojos del Vacío (2025)
El binomio Rodríguez-López/Bixler-Zavala siguen poniendo empeño en su peculiar manera de ver la música. Altas complejidades, psicodelia, muchísima percusión y genialidades varias en 18 cortes de duraciones muy variables y digestión lenta.
Skunk Anansie- The Painful Truth (2025)
Ante un álbum de los ingleses ya sabemos a qué atenernos, pulsión de rock alternativo con voz poderosa y todos los instrumentos aportando. La imprescindible baladitas potente y los textos con más de una vuelta. Con este séptimo plástico han actualizado su sonido sin perder personalidad y vemos que han incluído bastantes en su setlist de directo. Que editen tan esporádicamente ayuda -sin duda- mucho a que todo su material sea de calidad.
Psychedelic Porn Crumpets- Carpe Diem, Moonman (2025)
Reúna 6 músicos australianos con evidentes signos de locura. Plantee unos esquemas garage rock que deban romperse en todo momento. La psicodelia, los toques progresivos y la intensidad rayando el metal que no falten. Añada voces casi spoken word como si fueran la banda sonora de la montaña rusa de un disneyland apocalípico. Algo así es el sexto álbum de estudio de estos musicazos. Frank Zappa approves.
Frankie and the Pool Boys- Endless Drummer (2025)
Uno de los nombres más interesantes del surf rock (que siempre es instrumental, recordemos) de última hornada. Su líder y guitarrista Ferenc Dobronyi lo demuestra en melodías curiosas como en ‘Wiggle Room’, en otras más clásicas con el reverb al 11 como en ‘Seki Go Eleki’ y además consiguen una gran versión playera de ‘You Only Live Twice’.
Frank Meyer- Living Between the Lines (2025)
Meyer es miembro de The Streetwalkin’ Cheetahs y ha colaborado con Eddie Spaguetti o Handsome Dick Manitoba. Ahora debuta en solitario con temas correctos de rock directo y colaboraciones de Mr Supersucker, Cherie Currie (en una balada) o Lisa Kekaula. Buenas ideas sueltas pero sin canciones redondas.
Sunflower Bean- Mortal Primetime (2025)
Trío de NYC con imagen impactante y sonido compacto y oscuro. Glam de nueva generación con sensibilidad para los detalles y visión para sonar grandes sin copiar a nadie. Cada 10 segundos se nota una nueva influencia, de Stooges a Siouxsie pasando por el folk de Kate Bush o Stevie Nicks o el rock alternativo de los 90. La producción deja huella sin avasallar, guitarras fuzzificadas y tempos tuneados para añadirle un barniz a medio camino entre el heavy ochentero y la psicodelia más lisérgica.