Sigur Ros — Valtari (2012)

Hace unos años Med Sud I Eyrum Vid Spilum Endalaust suscitó todo tipo de opiniones entre los aficionados, que ya entonces se contaban por cientos de miles, a la banda islandesa. Algunos apreciaron el cambio hacia terrenos más pop que al menos aportaba algo de variación a la fórmula ya conocida, pero otros muchos se quedaron indiferentes y echaron mano de discos anteriores, que sí que habían conseguido el beneplácito de todo tipo de público. Pues bien, Valtari vuelve a ese sonido que les hizo famosos, a esa placidez llena de épica que les caracteriza.

Si en sus inicios no hubiera sido complicado reducir muchas de sus canciones a un esqueleto acústico y mantener toda la fuerza de la composición original, como demostraron en algunos fragmentos de Heima, ahora ese camino podría ser más complicado. Porque en Valtari el protagonismo lo tienen por completo los efectos, los teclados y, sobre todo, los arreglos de cuerda. Este nuevo trabajo funciona a la perfección como continuación y evolución casi lógica de Takk, aunque algo más contenidos y serenos.

La devoción de Sigur Ros por unir su música al lenguaje audiovisual ha sido una constante desde hace años. Un interés que ha tomado diferentes formas, como en el magnífico videoclip de Glosoli o en el documental Heima. Con Valtari han aportado por llevar este matrimonio más allá y han ideado un curioso proyecto en el que han propuesto a varios cineastas que trabajen con total libertad sobre los temas de este nuevo disco. Y ya podemos ver los primeros resultados con el vídeo de Ég Anda, que ha grabado Ragnar Kjartansson, y el de Varúð, filmado por Inga Birgisdóttir.

Valtari contiene algunos de los mejores temas de la banda, como la excepcional y emotiva Ekki Múkk, que sería algo así como «no es un sonido» en castellano; Rembihnútur, con uno de esos crescendos tan característicos de los islandeses; o FjÖgur Píanó, que pone fin en un tono amable y pausado. Poco importa si este trabajo supone un paso adelante o atrás en su carrera cuando está lleno de temas como esos.

Texto: Juan Manuel Vilches