En ‘Mi Desorden’ el bajo de Rafa Balmaseda (antiguo componente de Parálisis Permanente) atruena en primera línea como mandan los cánones post-punk y el arreglo tiene ecos dark wave. ‘Aquí no puedes vivir’ nos trae los ambientes de terror que ya trabajó en Carniceros del Norte: “Se escuchan gritos de horror bajo los puentes”
‘Envejeces’ inicia como si fuera una cara B de los mejores The Cure, pero deriva en contundencia rítmica y un estribillo vitalista punk: “No sé por qué disfrutamos sobre ruinas”. ‘Quemar este instante’ nos remite a los macabros bailes de Killing Joke ¡dancemos sin miedo al futuro!. En todos sus trabajos el vasco logra la aparente contradicción de iluminar el camino de oscuridad.
«Condenados a perder pero electrizados por volverte a ver». ‘Polonia’ contiene la lírica depresiva agarrándose a un hálito de vida de un Chris Corner (IAMX), mientras ‘Protocolo antitodo’ vomita nihilismo de vertedero “Dios se convierte en nada y la nada sólo es nada». No podían faltar referencias cinematográficas, en ‘Sñ. Terror’ se nombran a muchos de los grandes del género: Vincent Price, Boris Carlof, Bela Lugosi, Norman Bates… donde Txarly adora a todos los señores del terror «Christopher Lee, mi sangre es sólo para ti». Al fin y al cabo “todo está bien si Vincent Price nos lee Frankenstein».
Otro gran lanzamiento para este poeta de la oscuridad distópica, que canta entre sirenas de la policía y gases letales de ciudades podridas. Ya deberías conocerle, pero si no tienes el gusto se podría decir que Txarly Usher es como un Ian Curtis nacido en el Santurtxi de Eskorbuto con una actitud escénica que enmudecería a Iggy Pop. ¡¡Larga vida a su alteza siniestra!!