Crónica de A Summer Story 2016

Tras la espantada del Rock In Río, todo apuntaba a que la llamada Ciudad del Rock de Arganda de Rey se iba a convertir en un pasto de rastrojos. Sin embargo, el año pasado la promotora Disorder Events decidió que sería una gran idea montar allí un festival de música electrónica al que llamó A Summer Story. Una decisión cuanto menos arriesgada en estos tiempos de crisis, post Madrid Arena y una gran oferta festivalera a nivel estatal. Pero si tu propuesta tiene la calidad suficiente y la acompañas de paladas de trabajo e ilusión, a lo mejor te sale bien. A Disorder no solo le salió bien sino que en la segunda edición decidió poner toda la carne en el asador. Por eso este 2016 diseñó uno de los mejores carteles dedicados a la música dance de la temporada. El público hizo lo que tenía que hacer: acudir en masa. 45.000 asistentes después, se puede afirmar que el festival se ha consolidado, y nosotros no podríamos alegrarnos más de que así sea. Madrid merecía un festival de estas características y esperamos que dure muchos años.

La fiesta empezó muy tempranera el viernes dado que desde primera hora ya eran varios los artistas que no podíamos perdernos. El primero, la gran Maya Jane Coles. Muchísima clase y una técnica depurada a los platos que con la luz de la tarde ya nos metió el buen rollo en el cuerpo. Una energía que se prolongaría por todas las extremidades con el cabeza de cartel indiscutible del viernes: Paul Kalkbrenner. El alemán ya está mayor y se lo toma con más calma, así que sesión a la hora del telediario y a dormir al hotel, claro que sí. Lo que sí que sigue más joven que nunca es su impecable y distintivo sonido que hizo que el escenario principal estuviera abarrotado desde tan temprano. Hay que reconocer que nunca sorprende, pero ni falta que hace. Su música es tan cautivadora, enérgica y magnética que da igual cuántas veces disfrutemos de su set, siempre salimos maravillados. Lógicamente ya no se centra en el disco que le dio la fama, ‘Berlin Calling’, como ataño, sino que ahora las que destacan son las producciones de su último trabajo, ‘7’. De ahí que ya no deje su hit “Sky and Sand” para el final, aunque da igual cuando lo meta porque siempre es recibido con máximo fervor. “Cloud Rider” y “Feed your head” brillaron con luz propia. Igual que el alemán y su generación natural de momentos especiales que siempre albergaremos en nuestra memoria.

Solomun se tomó muy en serio lo de ser el que cogiera el testigo de Paul K y nos regaló una sesión impresionante. Ritmos vibrantes y sensuales melodías que reafirmaron en nuestra mente la idea de que estábamos donde teníamos que estar. De lo mejor de todo el festival, sin duda alguna. Aunque eso también se puede decir del b2b más esperado del cartel: el de Adam Beyer y Joseph Capriati. Magníficos y muy acertados en su selección de temas, sobre todo en la brillante recta final de su sesión.

En el resto de escenarios triunfó especialmente Oliver Heldens y su bailable y veraniego future house. Evocó la frescura playera de un modo similar que Robin Schulz y Lost Frequencies y su house comercial de tintes tropicales. Eso sí, la electropachanga llegó de la mano de Dj Nano en su b2b con Mykris, donde sonó de todo, desde canciones de pop que morían en un matraqueo incoherente a hits pasados en la onda de la banda sonora de Blade. Aunque para matraqueros y chirriantes, Gomad! & Monster. Supongo que somos un poco viejos para que nos seduzcan sus excesos. Quedó claro que lo mejor que podíamos hacer era optar por el principal. Allí estaban los responsables de que la oscuridad musical se cerniera sobre Arganda: Karenn, es decir, la pareja formada por Blawan y Pariah, en lo que supuso su presentación en la capital. Techno sumergido rebosante de distinción y saber hacer. Desde luego mucho mejor que el que puso Paco Osuna, que acabó pecando de lineal y no sorprendió lo más mínimo. Si me hubieran dicho que había pinchado un tema de sesenta minutos me lo hubiera creído. El broche de la jornada del viernes lo puso Joris Voorn, que desplegó todo su arsenal de contundencia y nos hizo entrar en el amanecer completamente pasados de vueltas.

Conscientes de que lo mejor ya había pasado, pero también de que aún quedaban momentos felices que vivir en esta historia de verano, el sábado comenzó de la mano del holandés Headhunterz y su hardstyle, por llamarlo de algún modo. Tras él, Dimitri Vangelis & Wyman le dieron al house progresivo que continuaron Tom Staar y Kryder para terminar metiendo algo de tribaleo. Todo esto hablando desde la perspectiva más comercialoide que podáis imaginar, claro está. Sonidos Big Room como los que introdujo Don Diablo y, cómo no, Steve Angello y su ristra de éxitos en la onda de “Payback“. Mucha jovenzuela desatada y banderita al estilo del Tomorrowland para pintar el cuadro.

Buen live el de Paul Ritch, aunque el que sí que estuvo realmente soberbio fue Âme. Es muy raro que defraude y desde luego esta no fue de esas veces. Máxima finura que se encargó de romper Loco Dice y su arsenal de tralla que sin duda depuró el grandísimo Robert Hood. Por su parte, Dj Nano volvió a subirse a una cabina del festival, en esta ocasión para satisfacer a sus acólitos con todo el repertorio de la marca Oro Viejo. Ocho horas de revivaleo en forma de cantaditas y sonidos pisteros que tiñeron de nostalgia la pista durante ocho horas. Muchos no se movieron de allí en toda la noche, lo cual es poco menos que una excentricidad, pero aquí lo importante es pasárselo bien, y desde luego Nano sabe como hacer que sus seguidores disfruten como posesos.

La guinda del pastel correspondió a Deadmau5 en su regreso a España tras cuatro años de ausencia. Se le esperaba con ganas y no defraudó lo más mínimo. Su sesión estuvo marcada por la espectacularidad, la potencia y la emoción gracias a algunos temas tan bellos como el inigualable “Strobe”. Muy pero que muy bien. Fue todo lo que necesitamos para irnos de allí a la eterna cola de salida del recinto con una sonrisa bien amplia. Tanto que ya estamos pensando en la próxima edición, que por cierto ya tiene fecha: el 23 y el 24 de junio de 2017. Por nuestra parte, confirmamos nuestra asistencia desde este preciso instante.


Texto: Javi JB
Fotos: A Summer Story y Francisco Hernández
javijb

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