A finales de Abril, aunque con un poco de retraso respecto a esa fecha (al menos para el resto del mundo que debemos tirar de importación para poder disfrutar de ciertos discos), nos llegó el tercer trabajo de DOES, “The World’s Edge” (o en japonés: “Sekai no Hate”, que también sería uno de los temas que forman la lista y que ya comentamos su single con anterioridad).
Aunque profesionalmente, se trata de una banda joven, muy similar al estilo de Asian Kung-fu Generation, se nota que que en este álbum le han dado una pizca de personalidad. Sobretodo recomiendo no perderos el significado de las letras, porque es dónde recae su mayor emotividad.
Su tracklist sería la siguiente:
1. “Donten”
2. “Rainbow Seven” (Reinbou Sebun)
3. “Never Mind” (Nevā Maindo)
4. “Indigo” (Indīgo)
5. “Lazy Baby” (Reizī Beibī)
6. “Hi wa Mata Noboru”
7. “Wonder Days” (Wondā Deizu)
8. “Day Surrender” (Dei Surendā)
9. “Natsu no Sanpo Michi”
10. “Taiyou Yamai”
11. “Kimi no Suki na Uta”
12. “The World’s Edge” (Sekai no Hate)
El disco comienza con su single más famoso:“Donten” que muchos ya conocereis (por ser uno de los Openings de “Gintama”). Sus acordes seguidos y potentes, capaces de quebrar los dedos de cualquiera, son un buen comienzo para ir calentando la lista. Sin duda, de todos los temas, sigue siendo el más pegadizo de todos.
“Reinbou Sebun” comienza con una guitarra bastante dura y acelerada, aunque el tono general del tema al final se temple y ralentice bastante más. Con un estribillo animado y optimista, construye un ritmo clásico pero pegadizo.
Con un ritmo algo más misterioso, comienza “Neva Maindo” que prosigue con una guitarra descoordinada de la batería (la cual se acelera con un gran dominio). Las notas de este tema (ya no sólo la letra, en sí) se impregnan de un tono de “consuelo” o “disculpa” bastante característico. No obstante a nivel musical tampoco resalta excesivamente.
“Indigo” ya es otra historia a nivel instrumental, con una base de guitarra muy bien llevada, tanto la batería como la el componente de cuerda se mueven a la par, en un ritmo muy desarrollado “a golpe”, como si se tratara de una “marcha”. Con este conjunto de fondo, la voz de Wataru se ve muy apoyada y en sincronía con el resto. Es uno de los temas más remarcables.
“Reizi beibi” demuestra un rock más clásico, pero con un estribillo pegadizo y de melodía marcada a nivel de guitarra. Un tema que se hace bastante bailable, por lo que es fácil acabar tarareándola a la mínima (junto con aquello de “reichi beibi!”). La banda vuelve a sorprender con un ritmo acelerado como el de“Hi wa Mata Noboru”, que comienza con una guitarra que lentamente va alineándose con la batería en un estribillo de importante percusión.
“Wonda Deizu” pasa sin pena ni gloria, pero posee un estribillo cuánto menos interesante, con un componente vocal bastante alegre y animado, pero con un fondo de guitarra muy duro. La nota interesante (y casi el mejor tema del disco), la tiene “Dei surenda” que comienza con una percusión sencilla y solitaria, que acaba acompañando unos acordes que mantienen la velocidad durante casi todo el tema. Simplemente hay que felicitar sobretodo el vocalista en este tema, totalmente impagable.
“Natsu no Sanpo Michi” junto “Taiyou Yamai” son quizá los temas que más flojos he visto en cuanto a caracterización y personalidad.
“Kimi no Suki na Uta” le da un tono más lento y melancólico al álbum, muy acorde como premisa de “Sekai no Hate”, que sigue pareciéndome uno de los temas más emotivos de todo el trabajo, con una voz y una entonación del vocalista que casi hace estremecer al escucharlo. Sus notas desprenden una nostalgia bastante desgarradora.
Para más información, podeis consultar su página oficial:
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