Entrevista a Henko «Estamos transitando un camino que no es el convencional»

Henko es una formación de Daimiel (Ciudad Real) compuesta por Jesús Arroyo (voz y guitarra eléctrica), Raúl Arroyo (sintetizadores y teclados), Félix Fernández (batería) e Irene Calahorra (bajo). Su estilo mezcla el rock con la electrónica y no tienen miedo a los desarrollos instrumentales ni a experimentar con ambientes o texturas. Todo esto lo podemos comprobar en su tercer disco Espacio Sináptico, que acaban de editar. Charlamos con Jesús acerca de este interesante lanzamiento, porque desde la Mancha nos llegan más cosas que molinos de viento, queso y miguelitos.

En Espacio Sináptico dais más espacio que nunca a los sintetizadores y el sonido de guitarra está mucho más tratado, ¿fue algo que surgió en el local de ensayo o en la producción?
Fue en nuestro disco anterior donde descubrimos el mundo de los sintetizadores y en este álbum, nos hemos metido de lleno en él. Fue algo que surgió durante la composición de estas canciones, los sintetizadores nos inspiraron en gran medida durante los primeros momentos y creo que precisamente eso fue lo que nos llevó a un lugar creativo desconocido para nosotros.

El resultado es más espacial y psicodélico que nunca, distópico incluso ¿es el sonido y las texturas que buscabais?
En esta ocasión, las canciones estaban bastante producidas en las demos que hicimos en casa. Las estructuras y los arreglos estaban muy definidos cuando empezamos la producción de «Espacio sináptico». Los sonidos también estaban muy orientados, sabíamos como queríamos que sonar, por lo que en el momento de grabar las canciones nos detuvimos mucho a cuidar cada textura y detalle del disco para recrear lo que teníamos en nuestra mente.

Vuestras letras etéreas y espaciales encajan perfectamente con la música, ¿qué queréis expresar con las letras?
Las letras de «Espacio sináptico» hablan de la conexión genuina con los demás, con nuestras emociones, con nuestra intuición y con nuestro lado espiritual. Es un disco que nos invita a parar, a salir del modo automático en el que vivimos y a prestar atención a nuestro interior y a nuestro entorno.

El tratamiento de la batería le da un toque electrónico a vuestra música, con algún momento casi drum&bass, mientras que si escuchamos temas anteriores (por ejemplo Asteroides de 2020) la batería parece mucho más deudora del rock progresivo, ¿cómo pensáis que ha evolucionado vuestro sonido de batería y su aporte al conjunto?
Hemos aprendido mucho en cuanto al sonido de batería durante los últimos años. Hemos tratado de acercarnos a sonidos menos acústicos y más interesantes a nivel tímbrico. El primer disco está grabado con una batería acústica con un sonido muy crudo, en este hemos usado samples de bombo y de caja en todas las canciones.

En algunas como «Mapas» usamos cajas de ritmo para doblar la caja, si prestas atención puede oírse en algunos momentos. En otras canciones como «El jardín de nuestras almas», construimos un ritmo electrónico utilizando diferentes samples directamente en Pro Tools. Aun así, exceptuando esta última canción, todas ellas tienen batería acústica que hemos mezclado de un u otro modo con samples o sonidos electrónicos. Qué gusto poder hablar de baterías :)

Además del streaming habéis lanzado una edición en vinilo, ¿es este formato el reducto de los melómanos frente al algoritmo?
Yo pienso que sí. Hay muchas personas amantes de la música que prefieren el vinilo, prefieren tener un objeto real en su colección. Pienso que además de eso, son muy conscientes de lo mucho que nos ayudan comprando nuestros discos. Spotify no nos ha dado más de 200€ en toda nuestra trayectoria, sin embargo la venta de vinilos, es lo que nos permite seguir haciendo música a día de hoy.

Vuestro anterior lanzamiento también lo produjeron Manuel Cabezalí y Víctor Cabezuelo, ¿qué habéis aprendido de ellos en estos dos discos?
Hemos aprendido a disfrutar de la música, a divertirnos simplemente explorando un sonidito durante horas. Nos ayudaron a confiar en nosotros mismos y creo que eso nos ha hecho ser más valientes.

Incluso sin saber los productores Rufus y Havalina vendrían a nuestra cabeza como influencias, ambas formaciones son muy queridas por los melómanos pero no terminaron de enganchar al gran público, ¿creéis que vuestro tipo de sonido tiene un nicho de público limitado en España?
Creo que estamos transitando un camino que no es el convencional y como dice Enric Montefusco, «quien abre camino no tiene quien le de consuelo». Somos conscientes de que nuestro público es más limitado, pero también pensamos que es un público más leal, más fiel y que nos sigue muy de cerca.

Sois de Daimiel (Ciudad Real), ¿es difícil sacar la cabeza en un mundillo tan centrado en Madrid y Barcelona?
Es más difícil. Las grandes ciudades son más efervescentes culturalmente y es donde está la industria. Es allí donde se mueve todo el lado extramusical de la música. Aún así, nosotros nos sentimos muy daimileños. Es nuestra manera de decir: en todas partes hay gente con talento, solo tienes que prestar atención.

Próximamente presentaréis el disco en Daimiel (Un saludo a Miguel LCR, gran tipo) y Madrid, ¿qué podemos esperar de vosotros en directo?
Presentaremos nuestro disco el 27 de septiembre el Daimiel y el 4 de octubre en Madrid. Hemos preparado el set completo de «Espacio sináptico», lo tocaremos de inicio a fin por primera vez. No solemos venir frecuentemente a tocar a Madrid, por lo que esa fecha será aún más especial. Además estaremos acompañados de Pan y Sex Sodio Sullivan, dos bandazas que os recomendamos que escuchéis.


Texto: Rafael Mozún
Fotos: Irene Orenga

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