Entrevista a Mucho: “Nos han mandado al infierno porque quizás hemos pecado un poco de algo”

El azote de la Mancha anda enfadado, pero ha sido capaz de canalizar la mala baba en una colección de canciones de novedoso envoltorio. El pasado 22 de enero vio la luz Pidiendo en las puertas del infierno, tercer asalto de Mucho, donde el cósmico cuarteto se ha entregado por completo a los sonidos de los ochenta pero sin renunciar a sus referencias más bien setenteras. Hablamos sobre esta nueva aventura con una mitad de Mucho, Martí Perarnau y Miguel de Lucas, que esta noche se unirán a Víctor Cabezuelo y Carlos Pinto para presentar su último trabajo en la sala Ochoymedio de Madrid junto a Tigres Leones.

Hace dos años hablamos de la posibilidad de que surgiera una escena cósmica, con vosotros a la cabeza. Creo que seguís siendo únicos.
Martí: Pues nos han hablado de una escena de grupos psicodélicos que no conocíamos. Tengo que enterarme para escucharlos.
Miguel: Lo que está guay es que la gente se interese por la música que tanto nos gusta a nosotros, creíamos que era algo exclusivo de este grupo.
Ma: Tampoco es que hayamos inventado nada, pero tenemos unos referentes musicales que quizás no sean los habituales.

Habéis continuado por esa senda cósmica que describisteis como “infinita”. ¿Son estos temas herederos directos del EP Grupo Revelación? ¿La evolución natural de El Apocalipsis según Mucho (2013)?
Ma: O un intento de coger ese sonido y llevarlo a saco, concretar y mejorar la fórmula, probar a hacerlo directamente sin guitarras y solo con teclados, llegando a este sitio que es nuevo pero sigue siendo cósmico, puede que más que antes.
Mi: Son atmósferas sonoras, canciones con estrofas muy largas y estribillos que rompen con la estrofa, partes instrumentales que no vienen a cuento, finales y principios… Esa es un poco la definición de la música que hacemos, basada en cosas psicodélicas y progresivas de los ’70. Y ahora con la incorporación de sintetizadores aparecen los ’80, una época que a priori no nos apasiona, pero en la que consideramos que había mucha creatividad. Si te pones a investigar hay cosas muy buenas y muy bien hechas.
Ma: Fue como un culmen musical, llevaron lo de intentar ser originales hasta un punto que a veces era absurdo. Molaba el riesgo, no había reglas, te encuentras cosas que ahora no haríamos, y toda esa exploración se perdió un poco en los noventa. Era una época desconocida para nosotros, pero muy interesante.
Mi: A mí no me apasiona todavía, pero he encontrado cosas que no me había parado a mirar. Y según cómo trates esos sonidos, los puedes adaptar a otro estilo u otra época. Hemos sometido la música a un buen experimento en este disco.

Ya habíais coqueteado con sintes (“La larga risa del emperador“) y el baile, pero ahora os habéis pasado casi al techno, si me lo permitís, con “Nuevas Ruinas“, por ejemplo.
Ma: Lo del techno me hace gracia porque yo eso lo considero a LCD Soundsystem o Daft Punk, pero “Nuevas ruinas” también tiene mucho de Michael Jackson y Stevie Wonder, ese negror. La música es tan libre que el viaje de probarlo todo es muy guay. Siempre habíamos usado sintes pero nunca habían sido la base de una canción, ahí está una de las grandes diferencias.

Esta experimentación rezuma vuestro amor por Prince, Michael Jackson, Stevie Wonder… Un combo en toda regla. También se nota en la voz de Martí.
Ma: La he puesto al límite con los falsetes, sobre todo. Pero en realidad todo el disco es más grave en general y cómodo de cantar, aunque no lo parezca. Quizás es porque siento las letras más mías y naturales. En estos años he grabado bastante y he averiguado cómo grabar la voz sin cantar súper fuerte, sino suave y sexy, aunque no sé si es una explicación real (risas).
Mi: Yo no canto, pero es un proceso largo el encontrar tu tesitura. Martí tiene una cosa extraña; canta en registros más bien graves al igual que falsetes absurdamente agudos, y entremedias es donde puede encontrar el peligro (risas). Este disco ha salido así… Y de estas cosas me doy cuenta a raíz de vuestras preguntas, entendemos muchas cosas.
Ma: Es como ir al psicólogo (risas). También ayuda mucho que el idioma ya sea como un íntimo amigo y puedas hacer lo que quieras con él, que al principio es lo complicado para los que venimos del inglés.

Este título me lo tenéis que explicar. Hemos pasado del Apocalipsis al Infierno… El cabreo va en aumento, ¿no?
Ma: Pensábamos que el mundo podía acabar, y hemos visto cómo acababa delante de nuestros ojos y nos han mandado al infierno porque quizás hemos pecado un poco de algo. Es cabreo por la sensación de vivir en un mundo infernal, por todo lo que pasa.
Mi: En sentido figurado, nosotros estamos en las puertas del infierno pidiendo limosna y que nos dejen entrar y solo vemos pasar gente trajeada y con maletines que entran a la primera.

¿Qué es el infierno para vosotros?
Ma: El infierno es donde nunca pasa nada. Es una frase del libro de Ricardo Vicente¿Qué haces tan lejos de casa? -, que me parece que define muy bien lo que es el infierno: la apatía, no hacer nada. Hay que hacer cosas y tirar pa’lante.

Para cabreo el que desprenden algunas letras. Unas son más directas (“Sucumbe el universo”), otras cargadas de simbolismo (“El león de tres cabezas”) o te pones en la piel de otro (“Perro Negro S.L.”)…
Mi: Infierno, sangre y mierda salen varias veces (risas).
Ma: Es un disco muy enfadado y visceral. Las letras salían automáticamente, escribí enfadado y era un no parar, entonces ha salido este alegato odioso. Sigue habiendo optimismo, porque, aunque no lo parezca en las canciones, yo soy muy optimista.

Y como no podéis parar de crear, ahora tenemos la canción disco protesta (“Nuevas ruinas“) y la balada protesta (“Perro Negro S.L“).
Ma: “Nuevas ruinas” viene de un documental que vi sobre edificios vacíos, lo que dejamos sin terminar. Era extraño hacer una canción de baile sobre la burbuja inmobiliaria, pero me apetecía hacerlo así. En “Perro Negro S.L” igual, me imaginaba que era Wert en el Canal 24 horas y que me entrevistaba el de gafas. Puede ser extraño, pero es guay probar estos contraste extraños.
Mi: Ahí se quedan esos términos.

La evolución es más que evidente de vuestro debut a la actualidad. ¿Estáis haciendo por fin lo que realmente os pedía el cuerpo?
Ma: Sí, pero como esto cambia con cada disco, estamos más confiados, y ya afrontamos las cosas desde el divertimento. En realidad no nos tomamos súper en serio, se trata más de disfrutar con la música y grabarla lo mejor posible. Eso sí que nos lo tomamos muy en serio, el intentar hacer un homenaje bonito a la música, tocarla bien y que suene increíble. Es como una cruzada.
Mi: Cada disco es una fotografía del momento que el grupo está viviendo a todos los niveles. En el primer disco, jamás pensé que llegaríamos a hacer este. No tenemos visión futurista como para saber qué estaremos haciendo dentro de dos discos.
Ma: Seguramente será algo diferente, porque eso sí que nos parece importante, probar diferentes sonidos cada vez. Las bandas que nos molan hacen eso, y queremos ser ese tipo de banda.

¿Y siempre habíais querido bailar en un videoclip? Ya os vimos correr…
Mi: No.
Ma: Siempre quisimos hacer un vídeo en el que Miguel bailara, y para conseguirlo hemos tenido que bailar todos, bastante peor que él (risas).
Mi: Les dijimos a las chicas de Antártica que no queríamos aparecer haciendo el típico playback. Nos lanzaron ideas y nos gustó la habitación en una casa abandonada, era un buen homenaje porque hablábamos de nuevas ruinas. Y buscamos el surrealismo habitual en nuestro grupo: cantando encima de una mesa, tocando la batería destrozada y acabar con una fiesta privada en la que en principio no me dejan bailar, pero acabamos bailando todos. No he dado clases de danza, es algo innato (risas).

Han pasado dos años desde la salida de Grupo Revelación, pero todos los que os sigan un poco sabrán que habéis estado ocupados en este tiempo: Egon Soda, The New Raemon, Zahara, Tulsa, Nothing Places, Mi Capitán, Rufus T. Firefly… ¿me falta algo? ¿El pluriempleo sigue siendo necesario en la música?
Ma: Ha sido un año ocupado. Y, sí, yo además grabo discos de gente.
Mi: Yo soy profe de bajo. Hacemos todo relacionado con la música porque la cruda realidad y la tristeza de esto es que quisiéramos dedicarnos única y exclusivamente a tener un grupo y hacer discos, y poder sobrevivir, pues no tenemos ambición de más, pero no hay manera. Hay otra cosa que es importante, y es que aunque no queramos que sea así, los grupos pasan por etapas de composición, de grabación, de gira y luego suele haber tiempos muertos. Y en este caso hemos tenido la suerte de que los hemos aprovechado para mantenernos activos.

¿Qué han aportado a la banda estas experiencias?
Ma: No ha habido una influencia directa en el disco, pero sí nos han hecho mejores músicos. Hemos adquirido soltura porque hemos aprendido muchísimo con Zahara y Tulsa, es como ir a la uni de tocar. Al final nos llevamos eso, que es muy importante.
Mi: Ser músico es como ser deportista; para estar bien tienes que entrenar. Tienes que tocar cuanto más mejor, mantenerte activo. Lo de Zahara fue muy guay, estuvimos muy a gusto, nos reímos mucho y dimos unos conciertazos. No se puede pedir más.

Como buenos freaks que sois… ¿qué disco esperáis con impaciencia este año?
Ma: El de PJ Harvey. Por lo visto ha estado viajando por Kosovo y Afganistán y no sé qué habrá hecho la muchacha, pero por los teasers que ha sacado tiene una pinta increíble.
Mi: Yo estaba impaciente por ver la mierda increíble que iba a traer Kula Shaker, soy ultra fan.
Ma: Y el de LCD Soundsystem y la gira. Es el mejor retorno que podía imaginar la música. También tenemos ganas de escuchar a los leones (León Benavente) y los lesbianos (Love of Lesbian) han hecho un discazo.

Y desde la última vez que hablamos… ¿cómo pinta la escena? Parece que el vinilo sigue en alza, hay nuevos programas de radio y ahora los menores pueden etrar a las salas de conciertos. No está mal, ¿no?
Ma: Lo de los menores es muy bueno y lo de Oh My LOL en la Ser por ejemplo es increíble, un programa entero dedicado a una banda. Según lo dices la cosa parece que va mejor, pero a mí me da miedo una cosa. Nosotros somos muy fans de los festivales, pero me da miedo que la gente acabe yendo solo a festivales y deje de ir a los bolos de las salas. No sé si es real o es una paranoia mía, pero molaría que no nos olvidásemos de las salas.
Mi: Eso sería terrible porque el desarrollo de verdad de un directo es en una sala.
Ma: Y no lo digo por nosotros, sino por ver grupos y conciertos con entidad propia, que duren su hora y cuarto o lo que tengan que durar, que sea un show único. Habría que cuidarlo.
Mi: El problema es que si hay festivales que por tanto dinero tienen a un montón de grupos, un chaval que tenga el dinero controlado irá al festival en lugar de a cinco bolos en su ciudad. Es una competencia desleal dentro de una cosa flipante, que es que haya música en vivo en un evento multitudinario.
Ma: Es verdad que hay festivales que luego organizan bolos en salas, es decir, que también están haciendo cosas buenas y están dignificando la música en este país. Y es algo guay que la gente que no va a ir a las salas al menos tenga los festivales.
Mi: Otros pueden empezar a interesarse mucho por la música y después de dos veranos increíbles van a un concierto en su ciudad. Todo esto se retroalimenta al final, pero el problema también es que en los festivales hay mucha competencia, ellos tienen que vender abonos y se gastan mucha pasta en los grupos que venden abonos, pero descuidan a los demás, a veces maltratan a los grupos medianos y eso da mucho coraje. Pero son cosas de la industria.
Ma: Lo que sí vemos es que es un momento muy dulce y creativo en España, se están sacando discos increíbles y hace años que no pasaba. A lo mejor el Estado tendría que darse cuenta de esto y podría apostar un poco con algún tipo de ayuda o altavoz, me parece que es importante.

A continuación puedes consultar todas las fechas de la gira Pidiendo en las puertas del infierno.
11 marzo MADRID – Ochoymedio Club (junto a Tigres Leones)
12 marzo SEGOVIA – Winter Indie City
18 marzo MURCIA – Microsonidos / 12&Medio
19 marzo HUESCA – El Veintiuno
26 marzo GANDÍA (Valencia) – San San Festival
8 abril ALGECIRAS – Farándula
9 abril ALBACETE – Sala Clandestino
15 abril LEÓN – Gran Café
23 abril TENERIFE – Espacio Aguere
24 abril LANZAROTE – Sonidos Líquidos
30 abril TORREFARRERA (Lleida) – Festival Re-Sona
27 mayo BILBAO – Hika Ateneo
10 junio PALENCIA – Palencia Sonora
24 junio BARBASTRO (Huesca) – Polifonik
25 junio TARAZONA (Zaragoza) – Culturfest
1-2 julio ARNEDO (La Rioja) – Fardelej
11-13 agosto ARANDA DE DUERO (Burgos) – Sonorama Ribera
2-3 septiembre SANTA COLOMA DE GRAMENET (Barcelona) – Festival Sintonizza

Texto: Beatriz H. Viloria Foto: Juan Pérez-Fajardo
Beatriz H. Viloria

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