Entrevista a Second: “Ahora hacemos cosas que los artistas de los ochenta y los noventa ni se imaginaban que podía hacer un artista”

Van camino de celebrar sus 20 años como grupo, y su última entrega, Montaña Rusa (2013), acompañada de un frenético año y medio de directos, son la prueba de que Second siguen en plena forma. Los murcianos se estrenarán el 25 de abril en La Riviera de Madrid (con todo el papel vendido) para poner punto y final a su actual gira, con los sevillanos Full como teloneros e invitados sorpresa. Mientras ultiman los detalles, su vocalista, Sean Frutos, saca unos minutos para hablar sobre el estupendo momento que atraviesan y el excitante futuro que les espera.

Vuestra Montaña Rusa lleva casi dos años en funcionamiento. Eso supone muchos viajes. ¿Con qué os quedáis de esta etapa?
Nos quedamos sobre todo con la aceptación que han tenido las canciones. Sabíamos que Montaña Rusa suponía un cambio, salir de nuestra zona de confort y presentar una nueva evolución del grupo. Teníamos la duda sobre cómo iba a reaccionar nuestro público de siempre, y si podría gustarle a otra gente. Al final hemos notado que sí, que las canciones se han adaptado bien al repertorio, todo el mundo las ha hecho suyas y el grupo ha crecido. Por eso también nos lanzamos a hacer una Riviera por primera vez.

¿Y cómo se presenta el fin de gira en La Riviera?
Es un salto, una confirmación, te tiras cuando piensas que tienes el apoyo de la gente, y lo hemos hecho cuando nos hemos sentido seguros. Va a estar lleno y eso significa que la gente ha respondido. Para mí es mucho mejor el tema de los finales de gira porque todo el mundo se sabe las canciones, sabe lo que va a ver, y se disfruta mucho más. Hay una energía especial entre el público y el grupo, y viceversa. Creo que va a ser una fiesta muy grande. Además vienen Full, un grupazo que está en un momento importante de su carrera, y es un lujo contar con ellos.

Habéis podido recorrer distintas salas madrileñas. ¿Hay alguna a la que tengáis especial cariño? ¿Algún concierto concreto?
Las salas de los inicios siempre marcan. La primera vez que tocamos en Madrid fue hace muchísimos años, en la Caracol, y creo que donde más hemos tocado ha sido en El Sol. Y el concierto de 2009 en la Sol fue muy especial. Fue con el disco Fracciones de un Segundo, se vendió todo y fue muy mágico, porque la gente empezó a cantar nuestras canciones, como “Rincón Exquisito” o “Conocerte”, y te das cuenta de que lo que haces llega a la gente.

Pronto os meteréis en el estudio, aunque en febrero ya lanzasteis “Nueva Sensación”, nuevo tema incluido en una banda sonora. ¿Marcaba ese título el inicio de una nueva etapa? Parecía premonitorio.
Cada vez que nos ponemos a componer, que tenemos la necesidad de crear nuevas cosas, nos lo planteamos siempre como un cambio. No nos gusta estancarnos, nos gusta seguir aprendiendo, investigarnos a nosotros mismos y ver de qué somos capaces. Desde luego, Montaña Rusa fue una nueva etapa, pero es que esta va a ser otra. Tenemos las canciones maquetadas y estamos viendo que tienen un punto de evolución con respecto a lo anterior, con lo cual, vamos por el buen camino, según nuestra filosofía.

En cuanto a “Nueva Sensación”, a veces las cosas salen de manera inconsciente. Es verdad que puede que estemos viviendo una nueva etapa, y la letra salió así. Es una canción que nació de manera diferente, puesto que no surgió de un acorde o una improvisación. Fue una petición del director de la película Sólo Química, Alfonso Albacete. Nos enseñó la escena que tenía pensada, y fue una forma diferente de componer, porque nos teníamos que ceñir un poco a eso. Lo que hicimos fue probar antes de dar la confirmación, y como vimos que se podía adaptar perfectamente a una canción de Second, y así ha sido, accedimos.

Decidisteis recurrir al crowdfunding para, en vuestro caso, volver a la autoedición de cara a vuestro próximo álbum. Superasteis vuestro objetivo en tiempo récord, todavía quedan unos días de campaña y la gente sigue invirtiendo en vosotros.
Lo hicimos pensando que tendríamos el apoyo que vemos en los conciertos, pero no pensamos que iba a ser tan de repente, porque tampoco le dimos mucha promo, no dimos el coñazo con antelación. La respuesta fue brutal y nos quedamos sorprendidos. Creo que responde un poco a cómo nosotros vamos añadiendo al público a nuestros conciertos día a día, canción a canción, concierto a concierto. Una gente que te sigue de manera real.

¿Qué os ha llevado a dar este paso?
Nosotros ya nos habíamos autoeditado antes, luego pasamos por DRO y Warner, y han sido etapas. Una etapa que se ha cerrado ahora, y que queríamos cerrarla porque creemos que estamos en un momento de tener más control sobre nuestras canciones. Quizás las multinacionales se rigen por unas normas que están hechas para artistas internacionales, pero no para bandas como Second, necesitamos más flexibilidad. Siempre hemos tenido libertad artística, nunca nos han dicho lo que teníamos que hacer, pero nos hemos sentido coartados al no poder editar nuestro repertorio con alguna compañía independiente de México, por ejemplo. Hemos tocado en Argentina, pero no hemos podido editar nada allí, y es un poco raro. Ahora sí podremos hacerlo y la gente nos lo está agradeciendo. Queríamos probar y cambiar. La gente es la compañía –cuentan con más de 500 mecenas– y es una inyección de moral, porque ves que tienes su apoyo. Esto nos ha hecho trabajar en las últimas semanas como nunca porque tenemos la responsabilidad de ofrecerles lo mejor.

Parece un invento de ahora, pero hay antecedentes de donativos y otras fórmulas. ¿De qué disco te gustaría haber sido mecenas?
Puf. Sí, parece que ahora está todo más controlado, pero lo cierto es que yo ya había pensado hacerlo incluso antes de fichar por Warner, me parece muy interesante. Hay un montón de discazos en los que me habría gustado participar, como el Different Class de Pulp, una referencia muy habitual de Second, o Ziggy Stardust de David Bowie. Me hubiera gustado que nos hubiera mandado mensajes, en plan, “Mira, estoy haciendo las maquetas…”. Habría estado bien.

Os caracterizáis por contar con una de las legiones de fans más fieles que hay. ¿Era este el último paso en vuestra relación con ellos?
Pensamos que podía ser una forma chula de ofrecer algo diferente a la gente. Siempre hemos tenido mucha relación con ellos, y sí, es una forma de formalizar este tipo de relación (risas). Era algo que tenía que pasar.

¿No son acaso los seguidores el mejor marketing? ¿Por qué hay gente a la que no le gusta que se compartan las cosas?
Cuando estás en una compañía, estás en un formato, y tienes que respetar a la gente que trabaja en ella. Ahora que tenemos total libertad, yo lo digo abiertamente: el que quiera comprar nuestro disco mediante el crowdfunding, de puta madre; el que quiera venir a un concierto, cojonudo; y el que quiera descargárselo –que es ilegal según la ley, vale, pero yo lo quiero hacer legal– o que se lo pase alguien, pues también. Si no puedes, si no tienes pasta, a mí no me importa. Yo lo que quiero es que la gente escuche nuestras canciones, lo que decimos. Como nosotros tampoco vivimos de vender discos, sino de dar conciertos y estar en la carretera, no tenemos ningún problema. Todo ha cambiado y los grupos de ahora lo sabemos perfectamente, que hay que tener esta flexibilidad. Lo mismo pasa con Spotify; los ingresos son mínimos, pero yo quiero que todo el mundo escuche mi música, que la comparta, que llegue a todo el mundo posible.

Hace casi 20 años que empezasteis. ¿Os imaginabais que, después de pasar por una compañía, volveríais a esta posición de artistas 360°?
Totalmente, porque nosotros empezamos así, lo hemos hecho siempre. Esto tiene su parte buena, y es que conocemos casi todos los aspectos de la música. Creo que en otra época, en los ochenta y los noventa, los artistas estaban a otra cosa. Ahora, todos los de nuestro rollo hacemos cosas que esa gente ni se imaginaba que podía hacer un artista. Al final todo va contigo, y todo lo que aprendas y hagas es bueno. Hemos pasado por varias etapas, pero siempre hemos estado muy pendientes de todos los aspectos de nuestra carrera. La cosa cambia cuando se empieza de cero con una compañía, pero cuando nos ficharon a nosotros éramos un grupo hecho, y dejas claro desde el principio que eres esto, y lo entienden. Y si no, que no te fichen

Y siguiendo con este ejercicio de retrospectiva, cuando veis a los grupos que dan sus primeros pasos, ¿qué recuerdos os traen de vuestros inicios en los concursos?
Le tenemos mucho cariño a la gente que empieza, porque nos acordamos de lo duro que era. Le damos mucha cancha en nuestra gira y siempre que podemos llevamos a grupos emergentes con nosotros. Hemos tocado con Supermosca, Koel o Stone Pillow. Nos gusta que tengan una salida porque recordamos esa época como una muy difícil. Era jodido encontrar un concierto y el tema de los concursos era una vía que a nosotros nos fue bien.

Vais a grabar entre mayo y junio, en verano no perdonáis los festivales… Y las vacaciones, ¿cuándo?
(Risas) Seguramente pillaremos por lo menos dos semanas cuando acabemos el disco. Pero cuando estamos más de dos semanas sin hacer nada, sentimos que nos falta algo. Nos gusta el movimiento, estar en la carretera.

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Texto: Beatriz H. Viloria