Aunque Salán siempre tenga la etiqueta de guitar hero en realidad en este disco parece más un cantautor, uno que deja el virtuosismo de lado para preparar arreglos con indudable buen gusto, repletos de blues y rock americano.
Además, más que acústico esto parece lo que Josele Enemigo llama “un sentao”, un disco reposado donde demuestra que no hacen falta solos pirotécnicos para emocionar, como logra en ‘Esquizo’ o en ‘Sin lamentos ni rencores’.
Algunos temas del disco son muy urbanos en la onda Topo, como callejero tiene que ser un corte que cante Rubén Pozo, ‘Tú sí que asustas’. También está Kutxi Marea en ‘Todo se me muere’ o Aurora Beltrán, que aumenta el sabor americano de ‘Welcome to America’.
Siguen las colaboraciones, además interpretando a uno de los autores en lengua española más complicados de versionar, Fito Páez, pero Jorge se junta con Rebeca Jiménez y salen airosos del desafío de grabar ‘Al lado del camino’.
Con este acústico el guitarrista del Barrio del Pilar de Madrid alcanza su décimo disco de estudio, donde ha ido tocando diferentes estilos y se ha convertido en un músico de músicos más que reconocido