Sleep Token son a Ghost lo mismo que Melendi a Estopa. Canibalizamos algo que funciona, le añadimos un poco de narrativa para que parezca distinto et voilà, tenemos nuevo producto para que darketo-wannabes se compren camisetas aunque no sepan quién es Alice Cooper. ¿Que la música no se parece tanto? Que más da eso, el nicho de mercado al que apuntan es exactamente el mismo.
¿De verdad quieres hablar de la música? Even in Arcadia tiene más producción que música, más photoshop que foto. En el intento de sonar potente la sobreproducción suena a metalcore estandarizado y muchos de sus arreglos -que igual en su cabeza sonaban espectacular- se revelan como pastiches sin coherencia. Porque juntar elementos musicales antagónicos aleatoriamente no significa que seas ni ecléctico ni variado. Aportaciones como el saxo final de ‘Emergence’ o el ritmo “modernete” del inicio de ‘Caramel’ podrían perfectamente haber sido perpetrados por una IA alucinada con sobredosis de Poppy en su dataset.