Toma rock de toda la vida. Ensúcialo, sube el volumen, toca rápido. Añade coros y estribillos para gritar en garito humeante y algunos detalles hardcore. Ahora más rápido. Más aún. ¡Más!. Ya lo tienes: 11 canciones en menos de 27 minutos, guarismos dignos de Zeke.
En la balada ‘Personal Hell’ dejan de acelerar pero siguen sonando sucios y contundentes y en el tramo final del álbum vemos que han integrado influencias del nuevo hardcore en la línea de Turnstile o Fontaines DC.
Texto: Rafael Mozún