Un concierto de Nashville Pussy es la receta ideal para olvidarse de los problemas cotidianos y evadirse de una realidad que agobia disfrutando de un hard rock directo, de bases simples pero efectivas, envueltas en una atmósfera electrizante. Eso es lo que se pudo constatar en la sala Apolo de Barcelona que, aun sin llegar al lleno, registró una aceptable entrada que demuestra el gancho que tiene el grupo de Atlanta por nuestras tierras, a pesar de no ser una formación de primera línea.
La primera sorpresa que nos llevamos fue la presencia de una nueva bajista, cuyos orígenes son colombianos, en sustitución de Karen Cuda, aunque no se atrevió con el castellano cuando Blaine Cartwright afirmó que ella podía comunicarse mejor con el público que él. Sin embargo no se cortó a la hora de exhibir energía sobre el escenario, sin duda contagiada por el frenetismo que puso Ruyter Suys durante todo el concierto, algo ya habitual en la guitarrista que, sin embargo no deja de asombrar.
Mientras Blaine cumplía con sobriedad con su rol de frontman, cantando y llevando el ritmo de las canciones junto a la precisa pegada del batería Jeremy Thompson, Ruyter se encargaba de ser el foco de atención con su convulsiva presencia sobre el escenario, algo que hace que resulte una auténtica pesadilla para los fotógrafos poder captar una imagen suya donde pueda apreciarse su rostro al completo.
Después de haberse dejado la piel, de sudar lo indescriptible y de vaciarse sobre las tablas, el resto de compañeros dejaron que Suys pusiera el broche de oro extrayendo sonidos distorsionados de su guitarra rasgando las cuerdas con una botella de Jack Daniels, a la vez que regaba las cabezas de los seguidores de primera línea con chorros de whiskey; acto seguido procedió a romper las cuerdas de su instrumento para lanzarlas a los presentes y ya, sin bebida ni guitarra, hizo algún gesto provocador para despedirse con algo traducible como… “que os den”, dejando al público en un estado de excitación delirante.
Si a todo lo descrito añadimos un repertorio de lo más digno, donde poco de lo mejor de su trayectoria se escapa, así como una entrega total y arrebatadora, no es de extrañar que el público se marchase del local embriagado y no precisamente por el alcohol esparcido por la incorregible Ruyter.
El bueno de Bob Wayne y sus “feriantes fuera de la ley” tuvieron la misión abrir el concierto con su country rock de vertientes acústicas. Quizá no fuese el público idóneo para su propuesta pero extrajo aplausos con su vibrante rasgueo de la guitarra acústica (convenientemente electrificada) y el apoyo de un grupo de eficaces músicos que interpretaron con profesionalidad canciones como, “Devil’s Son”, “Fuck The Law” y “Love Songs”, entre otras. No faltó su característico humor aunque parte de él se diluyese por culpa del idioma y, es que, su sarcástica puesta en escena pierde mordacidad si no se entiende del todo.
SET LIST NASHVILLE PUSSY
01) I’M SO HIGH
02) WRONG SIDE OF A GUN
03) GOIN’ DOWN SWINGING
04) SHE’S GOT THE DRUGS
05) AIN’T YOUR BUSSINES
06) SPEED MACHINE
07) GONNA HITCHHIKE DOWN TO CINCINNATI AND KICK THE SHIT OUTTA YOUR DRUNK DADDY
08) COME ON COME ON COME ON
09) HATE & WHISKEY
10) HIT ME
11) I’M THE MAN
12) HIGH AS HELL
13) GOODBYE BABY GO TO HELL
14) MILK COW BLUES (versión Kokomo Arnold)
15) WHY WHY WHY
16) YOU’RE GOING DOWN
BISES
17) NUTBUSH CITY LIMITS (Versión Ike & Tina Turner)
18) GO MOTHERFUCKER GO
CRONICA Y FOTOS LOCKY PEREZ
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