De acorde a sus señas de identidad las características de un concierto de Paradise Lost no están sujetas a directrices de colorido resplandeciente; todo lo contrario. Su presencia sobre un escenario tiende hacia las tonalidades lúgubres y sus componentes tampoco están para interactuar en exceso con los seguidores. Unicamente Nick Holmes, como frontman, se encargó de ir presentando las canciones de una manera escueta, además de aportar comentarios minimalistas como, por ejemplo, la presentación del guitarrista Milly Evans, sustituto temporal de Greg Mackintosh debido a un percance familiar o, cuando sacó a relucir el congelante frío que imperaba esa noche.
Lo que sí alteró la sensibilidad de Steve Edmonson (bajo) y Aaron Aedy (guitarra), fue el recibimiento que les dispensó en la sala Razzmatazz 2 un público entusiasmado con su presencia en Barcelona. Ambos expresaron gestos de asombro ante tanto júbilo y excitación de la concurrencia.
Un sonido bien ajustado (aunque la guitarra solista tuvo sus dificultades en determinados momentos para hacerse notar como es debido), tonalidades luminotécnicas tenues, efectos de neblina y unos protagonistas puestos en faena sin contemplaciones, crearon la atmósfera necesaria para que Paradise Lost ofreciera un competente espectáculo con todas sus armas estilísticas puestas a disposición del disfrute de los fans.
Por un lado, Evans superó la prueba con eficiencia aunque se le notase algo absorto, dedicado completamente a su trabajo. Asimismo, Adrian Erlandsson demostró estar plenamente integrado en el puesto de batería a pesar de haberse vinculado este mismo 2009 a la banda. Mientras tanto, Nick dejaba constancia de sus cualidades vocales sin perder de vista un cuaderno que tenía colocado en el suelo del escenario, al lado de los monitores de PA, imagino que con el set list o alguna letra difícil de memorizar. Por su parte, Steve, mantuvo una serenidad típicamente británica que no impidió algún que otro brote de entusiasmo.
El caso de Aaron Aedy merece un capítulo aparte. El tipo no paró de moverse acompasadamente, además de adoptar una postura agotadora, doblado, y con la guitarra a unos 30 centímetros del suelo. De largo, fue quien más sudó y, al acabar la presentación, antes de abandonar el escenario, se le vio reflejada en el rostro la satisfacción de haber cumplido.
EL REPERTORIO
En cuanto al repertorio, mantuvieron el mismo que están realizando en la presente gira, sin variaciones. Apostando por incrustar algunas composiciones de su último y loable álbum Faith Divides Us – Death United Us, con el que arrancaron la actuación presentando “The Rise Of Denial”, además de incluir “I Remain”, “First Light”, “Frailty” y el tema que le da título, reservado para uno de los bises.
El resto de canciones fue repartido entre sus más reconocidos trabajos, aunque extrañó la total ausencia de representación de un disco tan importante como Icon. En cambio, sí tuvieron en cuenta su etapa más criticada, la de sus acercamientos a la música electrónica, con dos temas de One Second, el que da título y “Say Just Words”, que para ser sincero, no desentonaron del todo.
En definitiva, un recital sin sorpresas pero altamente gratificante con unos Paradise Lost que han tenido que “apechugar” con la ausencia de Greg y que, de todas formas, ratificaron su dominio sobre los sonidos que han formado parte de su trayectoria, desde death/doom de sus inicios su introducción en el ghotic metal anticomercial e, incluso, sus devaneos con elementos electrónicos.
En general el aficionado se retiró satisfecho aunque, siempre hay algún inconforme, como aquel que soltó “han tocado como el culo”, no sé, quizá él vio el concierto desde una perspectiva “alucinógena”.
SAMAEL
En esta ocasión los encargados de calentar el ambiente no eran cualquiera, se trataba de los suizos Samael, con una trayectoria de más de 20 años.
Lejos quedan las buenas vibraciones que transmitía su excelente segundo álbum Blood Ritual (1992), los actuales Samael mantienen su aureola black pero inmersa de lleno en unos parámetros industriales de ritmos sincopados.
Bien es cierto que su puesta en escena es impactante, apoyada, eso sí con la recurrente percusión pregrabada, aunque Alexander Locher también se encargaba de añadir de su propia cosecha, pegando unos “zambombazos” de mucho cuidado a un par de tambores que tenía al lado de los teclados.
Con su enigmática apariencia, Michael Locher, que se hizo entender en un más que aceptable español, se encargó de aportar su vigorosa garganta, mientras el guitarrista Makro se desmadraba a su lado siguiendo la música con vehemencia al mismo tiempo que arremetía con su instrumento.
Solo tocaron un tema de Above, su disco lanzado este año, mejor representado estuvo su anterior, Solar Soul (2007), también retrocedieron hasta sus inicios, con “Into The Pentagram”, de su primer álbum Worhisp Him y el resto quedó bastante repartido, con la mencionada y lamentable ausencia de Blood Ritual.
SET LIST PARADISE LOST
1) The Rise Of Denial (Faith Divides Us – Death Unites Us)
2) Pity The Sadness (Shades Of God)
3) Erased (Symbol Of Life)
4) I Remain (Faith Divides Us – Death Unites Us)
5) As I Die (Shades Of God)
6) The Enemy (In Requiem)
7) First Light (Faith Divides Us – Death Unites Us)
8) Enchantment (Draconian Times)
9) Frailty (Faith Divides Us – Death Unites Us)
10) One Second (One Second)
11) No Celebration (Symbol Of Life)
12) Eternal (Gothic)
13) Requiem (In Requiem)
BIS
14) Faith Divides Us – Death Unites Us (Idem)
15) The Last Time (Draconian Times)
16) Say Just Words (One Second)
SET LIST SAMAEL
1) Rain (Passage)
2) Solar Soul (Solar Soul)
3) Reign Of Light (Idem)
4) Infra Galaxia (Eternal)
5) Western Ground (Solar Soul)
6) Ceremony Of Opposites (Idem)
7) Black Hole (Above)
8) Into The Pentagram (Worship Him)
9) Slavocracy (Solar Soul)
10) The Ones Who Came Before (Passage)
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