VII Festival Tajuña Rock – 28-09-2010 – “Cada año un poco mejores”

A los amantes de los datos y las localizaciones les gustará saber que según wikipedia Morata de Tajuña “se encuentra situado en la meseta sur, limitando al norte con Arganda del Rey, al sur con Chinchón y Valdelaguna, al este con Perales de Tajuña y al oeste con San Martín de la Vega. Morata de Tajuña se encuentra situado en el curso bajo del río Tajuña, y cuyas aguas se usan ampliamente para el riego en la amplia vega por la que discurre, a través de numerosas caceras o acequias, y también para proporcionar energía hidráulica a los molinos harineros”. A los amantes de la buena música les gustará saber que en Morata de Tajuña se celebra cada año y desde hace siete ediciones el Festival Tajuña Rock, un macro concierto que con el paso de los años se está convirtiendo en referente de calidad para los grupos, para los medios de comunicación y sobre todo para el público.

No eran las nueve de la noche ni había desaparecido la claridad del día cuando Steel Horse, grupo liderado por el guitarrista Willy Gascón, empezaba a mostrarnos su particular e inmejorable visión del heavy metal, ese que aderezado con gotitas de Judas Priest, Black Sabbath o Accept, nos cautivó desde los primeros acordes.

“Es un placer abrir el Tajuña del 2010. Gracias, de verdad”, nos anunciaba desde el escenario el frontman Jorge Cortés, que nos deleitó con una voz que en ocasiones alcanzó los registros de Rob Halford. De su actuación destacar, además del acertado repertorio que interpretaron y que incluyó temas como “Burning Soul”, “Night Terrors”, con unos cambios de ritmo espectaculares y que el respetable coreó a rabiar, “Line Of Fire”, “Winds Of Time”, “Raise Your Fist”, o “Wild Power”, que cerró después de cincuenta minutos la actuación, amén de la versión de “Rapid Fire”, tema de Judas Priest, sus muy buenas maneras encima del escenario. Steel Horse son una banda muy bien conjuntada que dará a sus siempre fieles seguidores muy buenas noches de heavy metal.

Pasados cinco minutos de las diez de la noche aparecían en el escenario Censurados, – “Buenas noches. Somos Censurados peña” -, un grupo que bebe de las aguas más radicales de Barricada de los que adoptan que no copian poses y buenas maneras y cuya actuación dejó en los presentes muy buen sabor de boca. Descargaron material de sus dos discos publicados hasta la fecha, “El Tiempo Todo Locura”, – “Esta Puta Vida”, “En Tu Ventana”, – y “Suerte”, – “Sin Fé”, “Pintao De Negro”, “Soy Yo”, “Trece”, “Sin Tu Piel”, “Me Inventé” -, amén de la versión del tema “Problemas” de Barricada, y de un tema inédito que incluirán en su próximo larga duración que verá la luz el próximo otoño.

Arropan en el escenario a Víctor Martínez “El Moro“, bajo y voz, Rodrigo Corredera y Javi Jiménez, guitarras, y Aarón Pérez, batería. En definitiva, una hora de actuación en la que las letras más sociales y reivindicativas conviven con una puesta en escena sublime. No censuren de sus gustos musicales a este grupo porque el futuro se ha encaprichado de ellos.

Cripta es una banda que traslada al escenario la perfección de sus horas de local de ensayo ya que su puesta en escena, tanto instrumental como de coreografía (al grupo le acompañan cuatro bellezas que amenizan y representan algunas de sus canciones), es propia de un grupo de más caché que no calidad. Pasaban veinte minutos de las once de la noche cuando la banda madrileña descargaba los primeros acordes de “Tiempos De Inquietud”, tema que también abre su último disco, “Ante Mí”, y del que además presentarían ante un público siempre entregado la canción homónima, “Basta Ya”, “En La Distancia”, primera balada del grupo, y “Héroes Sin Identidad”.

Dando un repaso a toda su discografía – no faltaron en el repertorio canciones como “Voy Fumao”, “Asesinos”, “Necesito Estar En Pie”, “En Movimiento”, o “Si No Es Por Ti”, canción en la que en formato CD colaboran Jorge Salán, Fortu Sánchez y Oscar Sancho, – Raúl Conejo, guitarra y voz, Ángel Muñoz, bajo, David Marcelo, guitarra solista y Kike García, batería, demostraron que son un grupo entregado que hacen de sus directos tan elaborados y visuales un reto del que siempre salen justos vencedores. Una banda de la que me habían hablado muy bien pero que no había tenido la oportunidad de escuchar en directo y que desde aquí les invito a que lo hagan. A mí me sorprendieron muy gratamente.

Ante una plaza a rebosar de incondicionales, a la una menos cuarto de la madrugada Saratoga daba comienzo su particular carrera hacia el clímax. Después de varios cambios en la formación, la séptima (la misma que ha grabado su último disco titulado “Secretos Y Revelaciones“) compuesta Niko del Hierro, al bajo, Tete Novoa, a la voz, Tony Hernando, a la guitarra y Andy C. , a la batería, arrancaba con “Jamás Sufriré Por Ti”, un tema de “Secretos Y Revelaciones“, y con la que dejaban muy claro desde el principio su único objetivo: disfrutar y hacer disfrutar al respetable. Y de verdad que lo consiguieron porque para eso cuentan con un showman llamado Niko del Hierro quien demostró su habilidad, respeto y mimo con el bajo. Aunque tampoco se quedaron atrás sus compañeros que animaron el concierto tocando como si fuera la final de un concurso de bandas noveles. Tete Novoa en repetidas ocasiones invitó al público a que cantara con él, como sucedió en la introducción del tema “Dueño Del Aire”. Luego les tocaría el turno a “El Planeta Se Apaga”, “Las Puertas Del Cielo “, “A Morir”, ambas de su disco “Agotarás”, “Deja Vu”, el precioso medio tiempo “Sigues Estando (En Mi Vida) ” y en la Tete demostró su versatilidad con las cuerdas vocales, “Luna Llena”, y “Resurrección”, canción con la que se despidieron para pasados unos minutos regresar con el hit “Perro Traidor”, rescatado de su disco “Mi Ciudad” y “Vientos De Guerra”, canción que sirvió para presentar a la banda. En definitiva, un concierto en donde Saratoga afianzó sus buenas maneras e hizo nuevos fans. Y es que cuando se vive por y para la música los resultados son éstos. Un verdadero placer. Por cierto, si quieren saber más de la banda no dejen de leer la entrevista que un servidor le hizo a Niko del Hierro minutos antes del concierto.

Si todavía no han visto en directo a Guns N´Roses no se preocupen. Hay un grupo que se hace llamar Gansos Rosas que rinde tributo y algo más a los californianos. Su buena puesta en escena, su mejor elección del repertorio pero sobre todo su perfección interpretativa (solo tienen que cerrar los ojos para imaginar que Axel, Slash y compañía están encima del escenario) les hace grandes. Muy grandes. Los madrileños se encargaban de clausurar la VII Edición del Festival Tajuña Rock y eligieron para hacernos sentir su magistral visión del grupo de Los Ángeles una pletórica “Welcome To The Jungle”, a la que siguieron “It´s So Easy”, “Live And Let Die”, “Civil War”, introducida por el clásico de Jimi Hendrix “Vodoo Child”, una espectacular interpretación “in crescendo” de “November Rain”, que contó con una sublime introducción de piano, la sempiterna y todo poderosa “Sweet Child O´Mine”, que el cantante introdujo a cappella y que acabó de enloquecer a los asistentes, “You Could Be Mine”, y “Knockin On Heavens Door”, el clásico de Bob Dylan, que el público coreó y bailó a rabiar y con la que dieron por finalizada una brillante primera parte del concierto.

La dulzura de “Don´t Cry”, y una salvaje “Paradise City”, cuyo final alocado nos extasió a todos al recordarnos los finales anárquicos de Guns N´Roses, concluyeron, a las cuatro menos veinte de la madrugada, una velada que se cerró de la mejor forma posible. En definitiva, Gansos Rosas es un grupo que conecta bastante bien con el público al elegir un repertorio que ni los mismos “gunners” habrían elegido tan bien de contar con el tiempo con el que contaron ellos. Y es que Jorge Bentura (guitarra), Kike Wild (bajo), Albert (guitarra), Jota (batería), Däni Midnite (voz) y Victor Alonso (teclado), dan forma y fondo a la música: la propia (69 Revoluciones, Madre, Ángeles), y la ajena (Gansos Rosas).

Y así dio por finalizada la VII Edición del Festival Tajuña Rock, un festival que encandila a propios y extraños ya que cada año nos sorprende con un cartel de lujo. Además del correcto e intachable comportamiento para con los músicos, los periodistas y el público de sus organizadores. Que la presente crónica sirva para agradecerles su altruista esfuerzo y constante dedicación. Desde aquí mi más sincero y cordial de los abrazos. Nos vemos el año que viene.