Salí de la sala Penélope tan maravillado con la actuación de Obús que nada más llegar a casa me puse a escribir la crónica que ahora les presento. Y es que cuando uno es feliz hay que contárselo al mundo lo antes posible.
A las diez menos cuarto de la noche, puntuales y llenos de adrenalina, salieron a escena difuminados por el humo que inundó el escenario unos esperadísimos Obús abriendo el show con con la preciosa ”Corre Mamón” la canción que también abre su último disco Cállate. La elección perfecta para abrir los conciertos de los vallecanos. La cercanía de Fortu entregado desde la primera nota a un público que llenó la sala Penélope, fue para quitarse el sombrero. Siempre preocupado de que los allí presentes estuviéramos a gusto, estrechándonos la mano y haciéndonos ya no partícipes sino cómplices del espectáculo. Siguieron “Más Que Un Dios”, un tema de su anterior trabajo,Segundos Fuera, ”Es Lo Que Hay”, “Sin Dirección”, y “Mi Amigo El Diablo”, que el público coreó a rabiar. El primer clásico de la noche fue “La Raya”, al que siguieron “Autopista”, tema que vino a corroborar el excelente momento por el que pasan las cuerdas vocales de Fortu, y “El Es Rock N´Roll”, dedicada al que será siempre bajista de Obús, Juan Luis Serrano, coreada por un público que a esas alturas de la actuación ya estaba eufórico y entregado. Antes de interpretar “El Que Más” Fortu saludó a los presentes. Magistral el solo de guitarra de Paco que demuestra una vez más su profesionalidad y dominio del instrumento. Luego llegarían “Juego Sucio”, de su disco El Que Más, del que descargaron la mayoría de temas (no en vano es uno de los mejores discos de Obús y el que consagró definitivamente a la banda), una magistral interpretación de “Pesadilla Nuclear”, de Prepárate, su disco debut de 1981 (de este disco también tocarían la canción que bautiza al grupo, “Va a Estallar el Obús “ y su himno generacional “Solo Lo Hago En Mi Moto”), “Te Visitará La Muerte”, “Que Te Jodan”, toda una declaración de principios, y “Dinero, Dinero”, que Fortu dedicó a Luis Melero, y que según él es “el responsable de que Obús esté aquí esta noche”. La canción, elevada a la categoría de himno y que fue adornada con pinceladas del clásico de Ted Nugent “Land Of A Thousand Dances”, sirvió para que el grupo, tan metido en el show como los asistentes, nos brindaran su pequeña dosis necesaria de espectáculo. ¡Precioso! “Cállate”, single del disco homónimo, “Solo Lo Hago En Mi Moto”, y una colosal “Vamos Muy Bien”, sirvieron de colofón a una actuación que tardaremos mucho tiempo en olvidar.
A las once y cuarto, y pasados escasos dos minutos, la banda volvió al escenario para interpretar el himno “Va A Estallar El Obús”, que sirvió para presentar a los componentes – Fernando Montesinos al bajo, Francisco Laguna a la guitarra, Fortu a la voz y un espectacular e incombustible Carlos Mirat a la batería-. Cerrarían su inolvidable paso por la sala Penélope con “Mal Rollo”, tema que nos desvelaba la sorpresa de la noche al ser interpretada junto a los raperos Duo Kie, como ya lo hacen en el disco. Un final de concierto amenizado incluso con la suelta de globos y confeti.
En definitiva, casi dos horas de concierto donde los asistentes, tanto las nuevas generaciones que veían al grupo por primera vez como los fans de siempre, descubrimos a los verdaderos Obús, los auténticos, los inmaculados, los que disfrutan y hacen disfrutar, los de siempre. Los consejos que más me han dolido y que más me han hecho llorar me los dieron siempre las personas que más me han querido. Aunque hoy me ha tocado reir, a carcajadas. Gracias Fortu y compañía.
Fotos: Charly Rock N´ Roll
Texto: AMADO STORNI
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Estoy de acuerdo contigo. Bueno, casi en todo.
En la penúltima canción se vió una discusión de Fortu con alguien entre bambalinas mientras en bajo alargaba su presentación. De hecho, al finalizar la canción Mal Rollo con el dúo Kike, a Fortu le sacaron en volandas del escenario y encendieron las luces. En fin, feo detalle de la discoteca Penélope.
El concierto en sí fue maravilloso. Uno ya con cuarenta y tantos no se prodiga en estos menesteres, pero mereció la pena.
Y como dirían los barones: "Larga vida al Rock"