La noche estaba servida: The Pains of Being Pure at Heart, uno de los principales grupos de 2009, en una sesión en solitario para disfrute de los fans del joven grupo estadounidense y los aficionados al buen indie rock.
El Playa Club de A Coruña, lleno hasta la bandera, parecía a priori un buen lugar para los Pains, pero desde que comenzó el concierto quedó patente que el sonido no era el adecuado. El guitarreo fuerte y continuo de los Pains ensordeció cada uno de los temas hasta el punto en que no se distinguían las voces entre el ruido. En ocasiones hasta costaba distinguir los estribillos. Los yanquis acostumbran a hacer canciones un poco sucias, en las que las melodías de las guitarras tienen más protagonismo que las letras, pero debe haber un límite y en este caso se sobrepasó. Una lástima.
El inicio de la velada puso a prueba a los fieles con “Belong”, un nuevo single, que seguramente descolocó a gran parte de los asistentes. Tanto como la segunda canción de la noche: “Heaven’s gonna happen now”, que tampoco se encuentra ni en su flamante debut ni en su posterior EP Higher than the stars. Los puros de corazón eligieron caldear el ambiente poco a poco arrancando con temas inéditos y canciones secundarias como “103″ -el segundo corte de su EP-. Este hecho no es del todo malo, su nueva música es tan buena como la que encontramos en su primer disco, pero descartar canciones de su aclamado LP -ni rastro de “Contender”– por otras que la gente no sabe corear impide meterse de lleno en el directo. Viendo la otra cara, los neoyorquinos dejan patente que no quieren vivir de rentas y trabajan en nuevos éxitos, y estoy seguro de que parte del público prefiere escuchar de primera mano lo nuevo de su grupo favorito.
La segunda mitad de la noche, una vez acostumbrados al sonido de la sala, fue un paseo. Sonaron los hits: “Young Adult Friction”, su ultimísimo single “Say no to love”, “A teenager in love”, “Come saturday”, la genial “Higher than the stars”, intercalados con chapurreos en español de los integrantes del grupo. Este fue el setlist oficial:
El concierto se cerraría con dos temas extra: el prometedor “My terrible friend” y, para dejar un buen sabor de boca y una afonía en las gargantas de los presentes, “Everything with you” -presentada por Kip Berman como “todo contigo”-. Hit en toda regla.
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